No
creo en “la que está cayendo”.
No creo en Gandía Shore.
No creo en San
Valentín.
No creo en el Karma.
No creo en el reggaetón.
No creo en
Telencinco.
No creo en lo políticamente correcto.
No creo en lo que
marca la sociedad.
No creo en el horóscopo.
No creo en la palabra
“imposible”.
No creo en los que son antipáticos con el camarero.
No creo
en los partidos sin goles.
No creo en aquellos que escriben
sin tilde su propio nombre.
No creo en la doble cara de una persona.
No
creo en los que consultan el móvil en el cine.
No creo en ninguna de
las 50 sombras de Grey.
No creo en Hombres, Mujeres y Viceversa.
No creo
en quien no te mira a los ojos.
No creo en la gente que habla de otra
gente.
No creo en quien "twittea" todo lo que hace.
No creo en los
sitios en los que “está todo el mundo”.
No creo en las felicitaciones
por Facebook.
No creo en "chatear" con la gente.
No creo en las palabras
mal escritas ni en las mal expresadas.
No creo en arrepentirse de no
haber hecho.
No creo en quien se aleja de mi.
Creo que es mejor
pedir perdón que permiso. Creo en las largas conversaciones si tiempo
definido. Creo en el otro lado de las cosas. Creo en el querer y no en
el poder. Creo en William Wallace. Creo en las miradas de las personas.
Creo en el lado frío de la almohada. Creo que lo importante no es caer,
sino aterrizar. Creo que todos los días sale el sol, chipirón. Creo que
las chicas son guerreras. Creo en montar las cosas sin mirar las
instrucciones. Creo que es mejor ir al cine solo que mal acompañado.
Creo en Chandler Bing. Creo en la gente que habla de ideas. Creo que las
Crocs son un atentado estético. Creo en la fuerza humana. Creo en los
que hacen castillos en el aire. Creo que la hora del aperitivo es
sagrada. Creo en los que se lanzan a la piscina sin mirar la
profundidad. Creo en las cenas alrededor de una mesa redonda. Creo en
Xabi Alonso. Creo en un café con una amiga. Creo en Jack Nicholson en
Mejor Imposible. Creo en las jodidas historias de amor y en las
historias de amor jodidas. Creo en el Sombrerero Loco. Creo en el calor
de una mujer. Creo que nuestras vidas son cartas de una baraja rota.
Creo que lo mejor está por llegar.
Supongo que la normalidad no es mi estilo.
martes, 19 de noviembre de 2013
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